MÁS NIÑAS Y NIÑOS LEEN POR PLACER EN SIUNA

• Hay 43 círculos de lecturas en áreas rurales y urbanas
• Financiado por Save the Chidren e implementado por  IPADE

03.04.2014. Managua, Nicaragua. Por Andrea Núñez-Flores Rey.

Cerca de 645 niñas y niños asisten a los 43 círculos de lectura en Siuna, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), desde que comenzó el proyecto en junio de 2013. Actualmente, a cada grupo asisten de 10 a 20 niños entre zona rural y urbana, en su mayoría de 7 a 11 años. El proyecto de Lectura por Placer se lleva a cabo en colaboración con la organización socia de Save the Children Instituto para el Desarrollo y la Democracia (IPADE).

El importante rol de los voluntarios

Los círculos son organizados por padres y madres de familia, maestros e incluso estudiantes voluntarios que prestan su tiempo y sus casas para que las niñas y niños se reúnan cada día durante una hora. “A mi casa suelen venir 15 niñas y niños de lunes a viernes. Me gusta que vengan porque son chavalos del barrio y yo puedo ayudarles a leer, así ellos conocen el amor por la laectura”, explica una joven estudiante de 13 años y voluntaria.

La maestra y voluntaria Martha Altamirano nos cuenta que “ahora ellos leen más rápido qque cuando empezarnos. Además, ellos no solo leen sino que se divierten en un ambiente seguro con otros niños. Les encanta venir y leer. Los que todavía no saben leer, vienen a ver los dibujos y a escuchar al resto de niños”.

“Para motivar los grupos, nosotros necesitamos más libros”

 “Yo ya he leído todos los cuentos que hay aquí. Mi favorito es La Sirenita”, nos cuenta Yadira, una niña de 9 años. Todos los voluntarios, así como las niñas y niños han pedido libros nuevos. “En un principio, dimos 20 libros por cada círculo y se los intercambiaban entre ellos; pero el proyecto está resultando tan positivo que ya se han leído prácticamente todos”, cuenta la técnica de IPADE, Ninoska Moreno.

“Los niños que ya han leído todos los cuentos han dejado de venir” se lamenta a maestra. “Los que más les gustan son los que tienen dibujos grandes porque la mayoría de niños que vienen tienen de 7 a 8 años, de primero a tercer grado de primaria. Además, a veces viene alguna mamá”.

Ninoska Moreno afirma que “en esta zona no había hábito de lectura por placer; mucha gente lo consideraba una pérdida de tiempo”. Esta idea está cambiando lentamente gracias a las campañas de sensibilización de educación que se están llevan a cabo en la región.