Managua, Nicaragua. 25.06.2014. Andrea Núñez-Flores Rey
Alrededor de 200 niñas y niños evalúan a la Defensa Civil en su proyecto “Gestión del Riesgo en Desastres con Enfoque de Derechos en Niñez y Adolescencia en las Regiones I, II y VI” durante junio. Los talleres se realizan en comunidades vulnerables de León, El Cuá, Estelí y Nueva Segovia para escuchar su opinión sobre el trabajo realizado en coordinación con Save the Children.
“La Defensa Civil viene desde hace años a la escuela. Nos enseñan qué hacer en caso de terremoto, cómo tenemos que salir de la casa o los lugares seguros. También nos enseñan que no hay que contaminar y los derechos de los niños”, nos cuenta Josué, un chico de 12 años de la comunidad Goyena Norte, en León.
“Durante los últimos cuatro años, se ha capacitado a niñas, niños, adolescentes, padres y maestros en comunidades vulnerables de cuatro municipios, sobre la gestión del riesgo con enfoque en los derechos de la niñez”, explica el Teniente Coronel Ramos.
Los cursos se realizan una vez al año durante dos días y el objetivo es identificar las vulnerabilidades y amenazas para crear respuestas y evitar daños en la población. Se trabaja en coordinación con Comité Local de Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (COLOPRED). ““El propósito del COLOPRED es formar brigadas de respuesta, personas que se ofrecen para colaborar con la reducción de riesgos y desastres, es que ellos sean los multiplicadores del mensaje”, afirma el Teniente Coronel.
“Los temas que más se tratan en León son los derechos de la niñez en situaciones de emergencia porque es cuando más riesgo tienen las niñas y niños de sufrir abusos o de que se violenten sus derechos”, explica Manuel Ulloa, coordinador de proyectos de la Defensa Civil.
Durante los talleres, las niñas y niños identificaron factores de riesgo - como la mala construcción de las casas- , medidas de protección - como la necesidad de que los padres cuiden de sus hijos en las emergencias-, y planes de acción para evitar que los más pequeños sufran abusos o sean violentados, por ejemplo mantener relaciones familiares afectivas y una buena comunicación.
“El objetivo de este taller también es que los jóvenes se relacionen con niños de otras comunidades y compartan sus ideas y experiencias”, explica Manuel Ulloa.