En 1919, al inicio de la Primera Guerra Mundial, Eglantyne Jebb se interesa en ayudar a las niñas y niños más vulnerados por la guerra y funda en Londres Save the Children Fund, convirtiéndose así en el primer movimiento mundial en favor de los derechos de la niñez. Desde entonces, Jebb se dedicó a defender los derechos de las niñas y los niños. Unos años después, redacta la Declaración de los Derechos del Niño, que fue adoptada por la Sociedad de las Naciones en 1924.
Save the Children continuó defendiendo y protegiendo a las niñas, niños y adolescentes que eran afectados por conflictos bélicos. A partir de las décadas de 1940 y 1950, nuestro trabajo se expande y se incluyen programas de educación y agricultura en Francia, Holanda, Italia, Alemania Occidental, Austria, Finlandia, Grecia, Líbano y Corea del Sur.
En los años 80, Save the Children está al frente de la campaña mundial para reducir la mortalidad materna e infantil y despliega proyectos integrales para la supervivencia de niñas y niños. En 1989 se adopta la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU, que se basa en la visión de Eglantyne Jebb, y se convierte en el tratado de derechos más universalmente aceptado de todos los tiempos.
En Save the Children siempre estamos a la vanguardia, somos una organización pionera en aplicar un enfoque basado los derechos de la niñez. En nuestros programas utilizamos innovaciones probadas a escala a fin de lograr el mayor impacto posible en la infancia.
Actualmente, Save the Children tiene presencia en 120 países. Desde su fundación, en Save the Children somos independientes de gobiernos y no tenemos afiliaciones religiosas. Hacemos cuanto sea necesario, todos los días y en momentos de crisis, para garantizar la supervivencia, el desarrollo, la protección y la participación de las niñas, niños y adolescentes más excluidos, transformando sus vidas y el futuro que compartimos.