24.11.2014. Managua, Nicaragua. Andrea Núñez-Flores Rey.
Libros para Niños (LPN) ha llegado a 1,176 niñas y niños de comunidades indígenas y mestizas durante 2014 en el municipio de Alamikangban, Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). La organización, financiada por Save the Children, celebró su evaluación en noviembre con la participación de docentes, niñas y niños en 13 comunidades de difícil acceso.
Minerva Wilson, coordinadora del proyecto “Descubriendo el placer por la lectura en comunidades interculturales y bilingües” nos explica que “este proyecto se ejecuta desde 2012 y hemos atendido 13 comunidades con Save the Children. Sin embargo, a partir de 2015 solo atenderemos dos, lo cual es una gran lástima porque hemos obtenido muy buenos resultados.”
Según una de las docentes de la comunidad “las niñas y niños han despertado su interés por la lectura y su creatividad e ilusión; además han aprendido a socializar mejor. A nosotros los maestros, las capacitaciones nos han ayudado a mejorar la comunicación con los estudiantes y a despertar en ellos el amor por la lectura.”
El municipio de Alamikangban y la mayoría de comunidades que lo forman son de etnia miskita y no hablan español. Minerva Wilson nos informa de que “los que trabajamos en LPN aquí somos indígenas, entonces nosotros sabíamos lo necesario que era el traducir libros al miskito. Hemos sido los primeros en la historia en traducir libros infantiles a nuestro idioma; este año hemos traducido 50 cuentos. Y se ha notado la diferencia; los niños están muy entusiasmados con la lectura. Tanto que ellos siempre nos piden que les llevemos más cuentos.”
Por otro lado, uno de los objetivos del proyecto era “institucionalizar los planes de lectura. El Ministerio de Educación (MINED) está incluyendo la lectura por placer en los planes de las escuelas y, en la teoría, se le dedica dos horas a la semana: durante media hora, el estudiante lee el cuento que quiere y de forma libre; en la siguiente media hora se hace una lectura en voz alta. En cambio, esto no quiere decir que todos los maestros lo hagan porque hay escuelas que no tienen este plan.”
Además del equipo de LPN, una serie de jóvenes voluntarios de la Red de Amigos de la Lectura (RAL) leen una vez al mes a los niños de tres comunidades. “Nosotros vivimos en una comunidad y tenemos que caminar hasta una hora y media para llegar a algunas de las escuelas, pero nos merece la pena. Somos cuatro hermanos y participamos con la RAL desde hace un año. Lo que más nos gusta es el entusiasmo de los niños cuando les lees. En las capacitaciones, LPN nos han enseñado a cómo llegar a los niños a través de la lectura, cómo hacer para que ellos quieran leer por placer…” nos cuenta Javier, uno de los voluntarios.
Durante la evaluación, que fue bilingüe en español y miskito, uno de los grupos participantes afirmó que “la lectura por placer está motivando a los niños y niñas porque están aprendiendo a leer y se sienten parte del cuentos. Los padres y madres nos alegramos de ver cómo aprenden a leer mejor y más rápido, se recrean, se divierten…”
Minerva Wilson expresó que “es bonito ver que ellos y también los adultos están conociendo la cultura indígena de los pueblos miskitos y nuestras raíces.”