“Me siento un líder de la comunidad”

Jueves 18 Enero 2018

Es mediodía en San José de Bocay y hoy no es un día normal. El pueblo no luce con la tranquilidad de siempre, las calles están abarrotadas. Es feriado local por las fiestas patronales, hay ceremonias religiosas y fiestas. Pese a ello en el centro de salud Ambrosio Mogoron  un grupo de brigadistas de salud comunitaria se encuentran reunidos, uno de ellos es Javier Antonio Palacios Centeno, un joven de 23 años, con 10 años de experiencia como brigadista de salud comunitaria.

En la comunidad El Hormiguero, municipio San José de Bocay, Departamento de Jinotega, a unos 270 kilómetros de Managua, vive Javier quien desde los 13 años inició como brigadista de salud, “cuando mi primo salía y no podía asistir a las actividades de pesaje, me mandaba a mí, así me inicié, pesando niños recién nacidos hasta los 2 años, él me dijo que le ayudará y después me llevo a una capacitación de Save the Children y ya me empezaron a tomar en cuenta, y a trabajar en lleno” menciona.

Javier es un joven de un hablar pausado y tímido, casado y padre de una niña de 2 años, su comunidad le reconoce como un líder, él lo reafirma categóricamente “Me siento un líder de la comunidad, porque por todos lados me consultan sobre salud”. El pide apoyo de su comunidad y autoridades para fortalecer su liderazgo “yo espero las autoridades locales apoyen para ser líder, porque un líder sin apoyo de la comunidad y autoridades no puede hacer nada” enfatiza. 

Tito Evelio Centeno, docente de la única escuela en la comunidad El Hormiguero, ratifica el reconocimiento comunitario que tiene Javier,  “le di clases a Javier de primer a cuatro grado, en conducta excelente, en aprendizaje y rendimiento académico muy bueno, y ahora que esta como servidor de la comunidad ha trabajado como brigadista de salud, su trabajo es excelente por que ha mantenido coordinaciones con los maestros y todas la madres de la comunidad” expresó.

Reconocimiento dentro y fuera de su comunidad

El trabajo desempeñado por Javier no solo es reconocido por su comunidad, también las autoridades de salud municipal. “Es un excelente brigadista trabaja con el CCM, es un brigadista activo, participativo y que ejerce bien su función, identificando todos los factores de riesgos en lo que es manejo de casos comunitarios, de igual manera dando atención de calidad a sus pacientes precozmente, para darle solución a su comunidad” nos mencionó Luis Ronaldo Garcia Chavarría, responsable sector #9 del MINSA. “Él ha sido una base fundamental para la red comunitaria, incluso para el ministerio de salud para la identificar de factores de riesgo de la atención primaria” agrega.

El reconocimiento del liderazgo de Javier es el resultado de la pasión y entrega con la que realiza su trabajo. En 2007 Javier inició como brigadista con el Programa Comunitario de Salud y Nutrición, del Ministerio de Salud (PROCOSAN)) y desde 2008 se integró a la Estrategia de Manejo Comunitario de Casos, impulsada por Save the Children desde 2006 en Nicaragua. En 2007 el Ministerio de Salud (MINSA) permitió que se aplicara en las comunidades, y a partir de 2012 se elevó a norma ministerial junto a otras estrategias comunitarias relacionadas con salud y nutrición.

Cuando le preguntamos a Javier sobre los casos que atiende, comienza hacernos un repaso “dar seguimiento a bebés y mujeres embarazadas desde que detectan alertas de enfermedades, sobre todo relacionadas con estados febriles, diarrea y neumonía”, nos pone ejemplos de casos y de los diferentes pasos que toma para atender a un niño o niña, es evidente el dominio que tiene de los protocolos de atención del MINSA, “Uno ya sabe cuándo hay que correr, ejemplo en la neumonía es una clasificación de edad, un niño menos de 6 meses tiene que hacer por lo menos 50 respiraciones por minutos, sino toca llamar la ambulancia, cuando no viene la ambulancia, los llevamos a Bocay, caminando, son una 7 horas más o menos, los llevamos en una maquita y ahí nos vamos turnando entre varios” nos comenta.

Luis Ronaldo Garcia Chavarría responsable sector #9 del MINSA, conoce a Javier desde hace 5 años, cuando se integro a trabajar para ministerio de salud, él era el encardo del puesto el tigre, ubicado en la comunidad donde Javier habita, él ha sido testigo del desarrollo como brigadista de Javier “él siempre se ha caracterizado por superar en el manejo de atención primaria, se ha venido desenvolviendo muy bien en la comunidad y se esfuerza muchos por brindar una atención de calidad y calidez en su comunidad”, sostiene.

Trabajando con éxito en comunidades alejadas

La comunidad El Hormiguero, está 2 horas en vehículo, a unas 7 horas a pie de San José de Bocay, carece de servicios básicos (agua potable y energía), a esta comunidad y comunidades aledañas entra y sale un vez al día un camión de transporte hacia la cabecera municipal, la casa de Javier está unos 50 minutos caminando sobre laderas, desde la estación del camión. Pese a la limitaciones dice sentirse bien en el lugar que vive “la vida aquí en la comunidad es bonita, porque con todo mundo se lleva bien uno, he tenido apoyo de todas las personas”, Él nos resume su vida en muy pocas palabras, sus días pasan entre su labor como brigadista, el trabajo en el campo en la siembra de maíz y frijoles, tocar el piano en la iglesia católica, ir a las reuniones de la pastoral juvenil, su familia y el béisbol.

Los niños y niñas que atienden pueden ser solamente 1 hasta más de 5 por semana, esto varía según la estación climática. Para Javier lo más gratificante es que “en la comunidad ya no se tiene que salir caminando por cualquier caso, ya ellos llegan donde uno, y uno les resuelve”.

En la comunidad El Hormiguero desde hace más de 8 años no se tiene muertes de niños y niñas por causa prevenibles, tampoco muertes maternas, para Javier esto se debe a “la estrategia de CCM ha llegado a la comunidad, uno le da orientaciones, charla y consejerías sobre esta estrategia mensual o cada dos meses hablemos con la gente de la comunidad sobre casos de diarrea y neumonía”. Las y los brigadista de salud son vitales para la supervivencia infantil en las comunidades rurales de Nicaragua, ya que su intervención casi inmediata, permite estabilizar paciente mientras se llega a aun unidad de salud.

Según Carlos Jarquín, técnico de salud en Save the Children, desde que el programa CCM se comenzó a implementar no han tenido reporte de muerte infantiles por causa prevenibles, “esto lo reconoce el MINSA pidiendo que intervengamos en más comunidades de San José de Bocay y Wiwilí que son los municipios más grande del departamento”.

La jornadas de vacunación y desparasitación Javier las coordina con el Ministerio de “vienen a la comunidad, viene el médico o enfermera que esté ubicado en el puesto de salud El Tigre, ahorita ya vamos va a pedir que vengan, antes que comiencen las lluvias más fuertes”. El puesto de salud El Tigre está 2 horas caminando de la casa de Javier, este puesto de salud queda incomunicado ante las crecidas del rio.

 

Siempre buscando aprender

Los procesos de capacitaciones que realiza el MINSA de forma individual y en conjunto con Save the Children, han sido importante para él, “Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, más práctica sobre todo, lo último aprendido es la campaña que promueve hasta el último niño y niña” manifiesta. 

Hace 6 meses Javier fue parte de las pasantías que apoya Save the Children con el MINSA, durante una semana este joven brigadista se integró como personal del Hospital Primario Héroes y Mártires de Ayapal, en San José de Bocay “es como una prueba de lo que hacíamos aquí, era presentarnos a los especialistas, en esa semana atendimos a los niños, pero más prácticas, aprendimos del manejo de recién nacidos que nunca lo habíamos hecho” comenta, “Nos hablan de cómo atender los niños en nuestra comunidad, cómo llenar el registro, y la forma en la que debemos tratar al niño. Cómo hacer para llevar un mejor control con el medicamento” agrega.

“En la pasantías aprendí mucho, las hice más práctica con mi mamá que estaba embarazada y con mi hermanito, y con mi niña también que ya anda en los 2 años”, nos cuenta mientras una sonrisa tímida se le escapa.

Carlos Jarquín, técnico de salud de Save the Children en Jinotega, recuerda a Javier es de sus inicio, y todo el proceso que ha tenido el joven brigadista, desde la aplicación de PROCOSAN, después de CCM, la pasantía y la entrega de celulares y botiquines. “En la pasantía fue una de la mejores calificaciones, todos los días se hacían evaluaciones y el salía sobresaliente, él está cambiando su realidad, el MINSA siempre lo está llamando por que lo reconocen su trabajo”

TIC en la salud comunitaria

En 2016, Save the Children introdujo innovaciones tecnológicas en su implementación, entregando a brigadistas 69 celulares con una aplicación conectada con el Ministerio de Salud y Save the Children lo que les permite a las y los brigadistas trasmitir en tiempo real la necesidad de medicinas en sus botiquines asignados, permitiendo la intervención oportuna de las autoridades de salud.

“Es un sistema conjunto Save the Children dota de las herramientas tecnológicas, ya que no solo es el celular, el MINSA tiene Tablet en cada municipio que están enlazadas con la organización, y las y los brigadistas” mencionó Carlos Jarquin, técnico de salud de Save the Children.

 

La tía de Javier, Mildred Centeno, nos comentó de como Javier siempre anda buscando información de salud y la encuentra en su primo el Dr. Javier López Centeno, “Él es bien activo, se preocupa por la gente de allá, aquí en la casa no pregunta si hay enfermos porque mi hijo es médico, ahí se pone a platicar con mi hijo de lo que él hace”, nos comenta. Javier concluyó la primera, tiene aspiraciones de completar su estudio, los costó de movilización a San José de Bocay se lo han impedido, de poder hacerlo le gustaría ser médico como su primo. 

Su consejo a las y los nuevos brigadistas  “Que se anime y lo estén reforzando, ya que cuando inicia, así uno con miedo y nervioso no sabe qué hacer, son experiencia que uno va agarrando en la vida por que presentarse en una comunidad es una responsabilidad, querer la comunidad, yo le estoy hablando a varios chavalos, les enseño para que le agarren amor a esto y se vayan integrando” enfatiza Javier.

 

Brigadista con Javier son muy poco los que se integran desde la adolescencia y persisten en el tiempo haciendo su labor, el compromiso con su comunidad, ya que su trabajo es no remunerado, servir a su gente es la mayor convicción de él en estos 10 años.

Actualmente, con la estrategia de Manejo comunitario de casos, desde Save the Children trabajamos en 21 municipios del occidente y centro-norte de Nicaragua, gracias a 610 brigadistas de salud comunitaria, llegamos a 244 comunidades rurales ubicadas a más de dos horas de las unidades de salud.