05.03.2015 Managua, Nicaragua. Andrea Núñez-Flores Rey
Más de 3,850 niñas y niños menores de cinco años fueron atendidos por neumonía, diarrea y disentería en 120 comunidades de Nicaragua a través de la estrategia de Manejo de Casos Comunitarios (CCM). Save the Children, en coordinación con el Ministerio de Salud (MINSA), implementan este programa.
El objetivo es asegurar que las personas que viven en comunidades aisladas tengan acceso a servicios de salud gracias a los brigadistas de salud. Los brigadistas, elegidos por la propia comunidad, son voluntarios y son estrenadas para ayudar y apoyar las necesidades de salud de mujeres y niños menores de cinco años.
María Lourdes, una brigadista de la aislada comunidad Pavón, en León, explica que “antes de que las brigadas de salud llegaran, teníamos que caminar cargando a los niños alrededor de tres horas o montar a caballo (durante 15 kilómetros de distancia por un camino sin asfaltar con mucha pendiente) y después tomar un bus hasta León, que tarda alrededor de una hora. Cuando mi hijo mayor era un bebé, él casi muere porque le dio un ataque fuerte de asma y por poco no llegamos a tiempo. Estábamos desesperados porque no podíamos ir más deprisa. Fue el peor día de mi vida.”
El programa empezó en 2007 y en tan solo siete años ha mostrado grandes resultados. En 2012, la mortalidad infantil (de niños menores de 12 eses) en comunidades con el programa CCM fue un 14% menor que en comunidades sin CCM.
En 2014 ha habido una reducción de la malnutrición general (peso/edad) en 3,218 niñas y niños y un aumento de los menores de dos años que reciben las tres medicinas de pentavalente. La mortalidad infantil ha continuado bajando en las zonas donde está CCM, según los datos del MINSA.
María Lourdes asegura que “las cosas hubieran sido muy diferente si los voluntarios de CCM hubieran estado aquí, porque tratamos la neumonía, la fiebre, diarrea… las enfermedades comunes entre los niños. Identificamos la enfermedad y damos tratamiento. También hacemos controles de talle-peso mes a mes. La gente de otras comunidades cercanas también viene porque estamos disponibles cualquier día a cualquier hora. Además, ahora también hay brigadistas de Plan Parto.”
El MINSA provee de medicinas, supervisa a los voluntarios y les capacita con el apoyo de Save the Children, que crea los protocolos, las guías de consulta y materiales, entre otras acciones.
María Lourdes continúa explicando que “yo empecé como brigadista porque me llamó la atención y quería ayudar a mi comunidad, y porque me gusta ya que es algo bonito e importante. Cuando comenzaron las capacitaciones, yo ya tenía a mis dos hijos mayores y había dado a luz en casa. Sin embargo, mi hijo menor ya nación en el hospital y tuve la ayuda de los brigadistas de Plan Parto durante mi embarazo.”
En general, el programa CCM ha sido muy bien acogido en las comunidades ya que los brigadistas han estado atendiendo a las niñas y niños y ayudando a las madres para que tengan buena información sobre cómo cuidar a sus hijos.