POBLACIÓN RECIBE AYUDA TRAS TORMENTA TROPICAL

• 4,522 niñas y niños beneficiados por Save the Children
• Finaliza el proyecto de respuesta a la emergencia

Por Andrea Núñez-Flores

Más de 10,030 personas afectadas por la tormenta tropical #37 fueron asistidas por Save the Children en el municipio de Prinzapolka, de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) desde octubre 2014 a enero de 2015.

Las inundaciones, que afectaron a 2,030 familias, provocaron que 744 personas se desplazaran a refugios temporales y que la mayoría de pozos de estas comunidades aisladas se contaminaran.

Según Israel, un niño de 12 años, “tuvimos mucho miedo. Pensábamos que el río se iba a llevar la casa. Nosotros tuvimos que irnos porque el agua había llegado dentro.”

Entre las consecuencias más graves, Israel asegura que “casi todos perdimos toda nuestra cosecha, que es lo que tenemos para vivir. Desde entonces estamos comiendo solo dos veces al día  y menos cosas, sobre todo arroz y banano. Además, la gente se ha puesto enferma porque hay muchos mosquitos y porque el agua está sucia.”

Save the Children llevó a cabo un proyecto para asistir a la población afectada, que benefició a 10,032 personas, entre ellos 4,522 niñas y niños de 21 comunidades de muy difícil acceso.

Se entregaron materiales no alimenticios, como mosquiteras, baldes de agua y plásticos negros a 1,728 familias. También se donaron nuevos productos a la Alcaldía de la cabecera municipal, Alamikangban, para que puedan asistir a 658 familias más en situaciones similares del futuro.

Además, debido a que la mayoría de pozos estaban contaminados y que no hay agua potable, los técnicos rehabilitaron 41 pozos, 21 rurales y dos urbanos, lo que significó que 658 se beneficiaron.

Asimismo, se rehabilitaron ocho sistemas de recogida de agua de lluvia y se instalaron dos nuevos.

También se capacitó a 40 líderes de salud de 10 comunidades sobre los métodos de desinfección del agua, buenas prácticas de higiene, y se hicieron ferias de agua en cuatro comunidades para promover estos conocimientos.

Por otro lado, se impartieron talleres de creación de espacios seguros y amigables para niñas y niños en caso de emergencia, en los que participaron 31 maestros de todas las comunidades.

Por último, se realizaron simulacros sobre espacios amigables  para poner en práctica los conocimientos adquiridos en los que participaron madres, padres y niños de 11 comunidades. El propósito de estos ejercicios es mejorar las capacidades comunitarias de protección a la niñez en las zonas de alto riesgo.

Debido a que estas comunidades, en su mayoría de etnia miskita, están situadas a orillas del río Prinzapolka, son muy vulnerables a sufrir desastres naturales. El aislamiento y el difícil acceso obstaculizan las ayudas Estatales y de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), provocando una mayor vulnerabilidad de la población.