Guadalupe Pineda, una niña de 10 años originaria del municipio El Tuma-Matagalpa, no pudo contener las lágrimas al recordar una de las peores situaciones que puso en peligro su vida y la de su familia. Guadalupe nos relató el suceso que marcó un antes y un después en la vida de esta alegre niña.
En una madrugada del mes octubre de 2014, el río Tuma presentó una de las mayores crecidas que ha habido en la historia de ese pueblo. Guadalupe, su madre y otros dos hermanitos de ella se encontraban en casa durmiendo cuando una violenta y ruidosa correntada venia arrasando con todo lo que encontraba a su paso. Su vida y la vida de cientos de personas a lo largo de la rivera de este río estuvo en peligro en cuestión de segundos.
"Era la 1:00 de la madrugada, nosotros estábamos dormidos tranquilamente cuando unos vecinos nos gritaban que saliéramos de la casa porque el río se había desbordado y ya se había llevado algunas casas vecinas y la nuestra era una de las pocas que quedaba en píe”,nos narra Guadalupe muy sorprendida por lo que vivió aquella madrugada que nunca olvidará.
Una llovizna que se precipitó a unos 30 kilómetros de distancia de El Tuma, fue la causante de la crecida del río aquella madrugada, aunque en el sector donde vivía Guadalupe no había llovido ni por un instante. Esta situación es normal en Nicaragua, donde comunidades aledañas a ríos se ven afectadas por inundaciones debido a la topografía del terreno en las zonas montañosas.
“En cuestión de minutos observamos que muchas casas eran arrastradas por el río y mi mayor preocupación era que mi mamá y hermanos muriéramos en la corriente, yo lloraba pero mantenía la calma”, nos cuenta Guadalupe.
Experiencia le motivó a ser parte de la brigada escolar
Cuando surge una amenaza natural, las niñas, niños y personas ancianas representan uno de los grupos más vulnerables; es por ello que capacitarles sobre cómo reaccionar ante situaciones de emergencia, constituye una herramienta muy eficaz cuando de salvar vidas se trata.
Desde hace un año Guadalupe forma parte de las 238 niñas y niños que integran las brigadas escolares de El Tuma. Ellos han sido capacitados a través de la implementación del proyecto: Construcción de capacidades locales para la gestión del riesgo de desastre y la repuesta de emergencia en El Tuma-La Dalia; proyecto ejecutado por Save the Children en coordinación con la Defensa Civil del Ejército de Nicaragua, alcaldía municipal y Ministerio de Educación (MINED), mediante el financiamiento de la Oficina de Asistencia para Desastres de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID/OFDA).
“Si yo hubiera tenido en aquel entonces los conocimientos que hoy tengo sobre cómo salvar vidas y apoyar a mi comunidad ante desastres, hubiera participado en las labores de rescate ese día”, puntualiza Guadalupe, quien hoy afirma contar con una mejor preparación en el tema para apoyar a su localidad en la preparación y respuesta ante un fenómeno natural.
En la escuela primaria El Tuma, Guadalupe cursa sexto grado. Niñas y niños en edades de 8 a 14 años están organizadas en brigadas escolares para realizar acciones de evacuación en sus colegios y brindar auxilio a cualquiera de sus compañeros o ciudadanos que lo necesiten.
En esta escuela las y los alumnos, docentes y padres y madres de familia están conscientes de los riesgos y de la vulnerabilidad en que viven. Por ello, se han dado a la tarea de trabajar de manera articulada en los planes de preparación y de respuesta ante un eventual fenómeno o desastre natural, a fin de salvaguardar las vidas de niñas y niños tanto dentro como fuera del centro escolar.
Para Gladys del Carmen Rivera, mamá de Guadalupe y a su vez subdirectora del centro escolar El Tuma, este proceso de aprendizaje sobre el riesgo de desastres en las escuelas contribuye a que los niños desempeñen un papel importante en situaciones de desastres. La integración de la gestión del riesgo en la educación de niñas y niños contribuye a incrementar el grado de concientización sobre los peligros a los que estamos expuestos como comunidad, enfatiza Gladys.
“Como madre y como maestra he visto que los niños ahora cuentan con muchas herramientas para poner en práctica sus conocimientos ante los diversos escenarios de emergencia. Esto nos motiva a seguir trabajando para garantizar la protección de niñas y niños ante los peligros”, concluye Gladys.
Actualmente Guadalupe participa de manera activa en dos brigadas escolares, una para atender situaciones de emergencia ante sismos y otra ante posibles inundaciones. “Es importante que otras niñas y niños se tomen con seriedad esta labor de ser capacitados porque de ello dependerá nuestra respuesta ante un desastre”, concluye Guadalupe.
Las familias afectadas por el aluvión aquella madrugada, fueron reubicadas en una zona más alta y más segura. La madre de Guadalupe hizo las gestiones con el banco para adquirir una nueva vivienda financiada a largo plazo. “Es preferible tener una casita segura y pagarla cada mes que estar pensando en que el río se inundara de un momento a otro y arrasara la casa”, expresa Gladys la mamá de Guadalupe.
Comunidad organizada y comprometida
Para Roberto Fonseca (59 años), concejal de la alcaldía en El Tuma-La Dalia y coordinador del Comité Local de Prevención de Desastres (COLOPRED) en este municipio, “hoy la comunidad está mejor organizada y capacitada para atender con mucha responsabilidad las orientaciones ante un desastre. Existe una mejor comunicación entre los actores locales para salvaguardar la vida las personas en esta comunidad”, expresa el señor Roberto.
Fonseca agrega que en años anteriores la comunidad no participaba de los simulacros, ni tomaba en cuenta las medidas de precaución para construir en lugares seguros, pero que gracias a la labor de sensibilización que han realizado muchas organizaciones en esta localidad, como la Defensa Civil, Save the Children, alcaldía municipal y líderes comunitarios, es que las personas están tomando conciencia sobre los verdaderos riesgos o vulnerabilidad que implica vivir en laderas o a orillas de los ríos.
“Hoy contamos con una población más comprometida y empoderada sobre lo que significan los riesgos. Hemos observado que las campañas por radio están dando sus frutos porque ahora las personas están construyendo un poco más retirado de los ríos, algo que en años anteriores representó una barrera para las instancias municipales”, concluye Roberto.
Un aspecto innovador en la gestión del riesgo en esta localidad, es la conformación de una Brigada Municipal de Respuesta (BRIMUR) que la alcaldía municipal de El Tuma-La Dalia ha capacitado y preparado en salvamento, búsqueda y rescate.
Está brigada está conformada por 20 miembros (18 hombres y 2 mujeres) en su mayoría trabajadores de la alcaldía de La Dalia que de manera voluntaria se han dispuesto a actuar en caso de emergencia. La BRIMUR es una unidad que ha sido designada por el alcalde de El Tuma-La Dalia, Jaime Arauz, para dar respuesta en situaciones de emergencia y desastre.
Una de los miembros de esta brigada es Karina Hernández de 28 años. Karina se desempeña como registradora en la alcaldía de La Dalia y es madre soltera de un niño de 7 años con discapacidad. Para Karina estas circunstancias no son obstáculos para actuar en una respuesta humanitaria. Ella sabe lo que tiene que hacer en caso de ser llamada para atender una emergencia o desastre en su localidad. “Ha sido gracias a las capacitaciones que he recibido en este proyecto que he tomado consciencia sobre cómo actuar y apoyar a salvar la vida de otras personas. Si fuese llamada hoy para dar asistencia humanitaria yo ya sé lo que tengo que hacer y con quien dejar a mi hijo para poder atender a otros niños y niñas que puedan estar en peligro”. Expresa Karina muy orgullosa de su disposición.
Karina es la única mujer que participa activamente en la brigada BRIMUR, ella sabe que la preparación es indispensable para mantenerse en óptimas condiciones físicas y mentales. El uso de las cuerdas para transportarse de un lado a otro y dar asistencia a personas que requieran ser evacuada ya es un aprendizaje adquirido por Karina.
“Muchos hombres no quisieron hacer los ejercicios de las cuerdas en el simulacro por temor a caerse o porque no tuvieron confianza en hacerlo. Sin embargo a mí me llamó la atención el tema del rescate aéreo y lo aprendí sin complicaciones a pesar que es difícil hacer los nudos”, nos relata Karina.
Logros del proyecto
El proyecto Construcción de capacidades locales para la gestión del riesgo de desastre y la repuesta de emergencia en El Tuma-La Dalia ejecutado por Save the Children, tenía como objetivo incrementar la resiliencia de la población a desastres en comunidades de El Tuma, La Dalia.
Durante 12 meses de implementación, 453 personas fueron capacitadas en temas de Reducción del Riesgo de Desastre (RRD), logrando la participación activa de 3,500 personas que tomaron conciencia sobre los riesgos en su comunidad. Así mismo un total de 30 miembros del Comité Municipal para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (COMUPRED) están preparados en temas de prevención, mitigación y atención de desastres y manejo de las emergencias.
Uno de los mayores logros obtenidos por esta municipalidad, es que ahora la comuna cuenta con plan de repuesta municipal actualizado y 6 protocolos de repuesta conformado por comisiones. También se reforzaron los dos Comités de Seguridad Escolar (CSE) en El Tuma-La Dalia, logrando capacitar a 60 miembros y dotarlos de herramientas para implementar los planes de seguridad escolar. Ahora las brigadas municipales, locales y escolares disponen de un equipamiento propio para actuar en situaciones de emergencia que conlleven a salvaguardar la vida de las personas afectadas.
Otras niñas y niños comparten su aprendizaje
Erick Torres Tercero de 8 años, es otro de los niños que participa activamente en la brigada escolar contra incendios. Para él la experiencia de capacitarse en este tema le ha conllevado a tomar todas las medidas de precaución en su propio hogar. “Desde que me enseñaron como protegernos de los incendios he andado aplicando y difundiendo estos conocimientos por todas partes, ahora yo reviso las válvulas de la cocina de gas que tenemos, reviso las conexiones eléctricas de mi casa y si veo algo malo se lo hago saber a mi papá o mi mamá; además se cómo actuar en caso de quemaduras de un niño y hasta cómo apoyar a apagar incendios en el monte o predios vacíos”.
“En mi brigada he aprendido a manejar los riesgos en caso de inundación. Las niñas y niños ya sabemos cuáles son los puntos las zonas de peligros y los puntos seguros a donde tenemos que concentrarnos en caso de un desastre”, Josseling Rivera, 7 años, cuarto grado Escuela El Tuma.
Nos hemos actualizado en temas de interés. Hemos aprendido a dar primeros auxilios a otras niñas y niños que pudieran estar lesionados en caso de una emergencia o desastre”, María de Jesús Flores, sexto grado, escuela El Tuma.