1,573 niñas y niños capaces de prevenir la trata de personas

Viernes 26 Febrero 2016

 

Adolescentes durante una de las capacitaciones del proyecto.La Unión Europea, Save the Children y sus socios concluyen tras dos años el proyecto “Fortalecimiento de instancias regionales y nacionales para la prevención y atención a víctimas de trata de personas, con énfasis en mujeres y niñez", implementado en El Salvador y Nicaragua.  Entre marzo de 2014 y febrero de 2016 participaron un total de 4,595 personas (34% niñas, niños y adolescentes) en las actividades de este proyecto, beneficiando de forma indirecta a 28,802 (59% niñas, niños y adolescentes).

Un total de 1,573 niñas, niños y adolescentes ahora cuentan con conocimientos sobre las medidas de prevención ante la trata de personas, violencia de género, y sobre temas de masculinidad tanto en Nicaragua como El Salvador.

“Hemos trabajado con niñas, niños y adolescentes para que sean agentes de cambio, capacitándoles sobre los delitos de trata de personas , explotación sexual y prevención de violencia, ayudándoles a organizarse para que puedan prevenirlos y, en definitiva, haciendo valer su derecho humano a la protección y participación en los diferentes ámbitos que les afectan” expresó Mary McInerney, Directora de País de Save the Children en Nicaragua, y añadió “invertir en infancia es la inversión social más rentable, ya que influye en el presente y en el futuro de las niñas, niños y adolescentes, y a la vez, en los avances de la sociedad en la que viven”.

"El enfoque de la Unión Europea en relación a la trata de personas se aborda desde una perspectiva de género y de promoción y protección de los derechos humanos y se centra en la prevención, el enjuiciamiento de los traficantes y la protección de las víctimas," afirmó el Embajador Bell. También añadió que "para intensificar la cooperación de todos los actores en la lucha contra la trata, la Unión Europea seguirá forjando alianzas sólidas con los países de origen o de tránsito, los organismos encargados de hacer cumplir la ley y muy importante, con la sociedad civil y sector privado".

“Pude conocer sobre la trata de personas y el daño que nos puede causar a las niñas, por eso yo le digo a mis compañeritas que debemos de cuidarnos y comunicarnos con nuestros papás y mamás” expresó Anais del Carmen Maniaño Nuñez, de 10 años, participante del proyecto en Granada, quien además agregó “los procesos que integré con el movimiento me han permitido empoderarme y tener mucho cuidado con las personas desconocidas".

“El proyecto creó espacios de participación y aprendizaje mediante la recreación para niños, niñas y adolescentes, permitiendo a los chavalos y chavalas expresar lo que en realidad estaban viviendo y cuan afectados se sentían” comentó Yorlene Centeno, joven de 20 años participante de Ciudad Sandino, “puedo decir que el trabajo realizado tuvo resultados positivos en la vida de los que fueron parte de este proyecto” concluyó la joven.

Las actividades tuvieron lugar, en Nicaragua, en las ciudades de Granada, Ciudad Sandino, Chinandega, Corinto, Rivas, San Juan del Sur, y en los puestos fronterizos de Guasaule, Peñas Blancas, Las Manos y El Espino, realizadas en conjunto con el Ministerio de la Familia, la Red de Masculinidad (REDMAS) y el Movimiento Nacional de Adolescentes y Jóvenes (MNAJ). Así mismo, en El Salvador se desarrollaron en los municipios de Santa Ana, San Miguel, Mejicanos, Jujutla y San Francisco, a cargo de la Fundación Quetzalcóatl, la Asociación de Nuevas Masculinidades (ADMAES), el Consejo Nacional contra la Trata de Personas y OBSERVALATRATA. A nivel regional se trabajó con la Coalición Regional Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes.

Con este proyecto se deja elaborado un Protocolo de Atención a Víctimas en El Salvador y actualizada la Guía de Detección y Atención a Víctimas de Explotación Sexual y Trata de Personas para Nicaragua, ambas integradas en la ruta de atención a las víctimas.

Este proyecto se construyó teniendo en cuenta un enfoque de derechos de la niñez y de género, haciendo énfasis en niñas y mujeres, principales víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual, que es la modalidad más visible de este delito. Para su implementación se contó con un financiamiento de 450 mil euros donados por la Unión Europea.