"Ser empoderada significa tener seguridad de mi misma"

Jueves 14 Febrero 2019

Es de mañana en el Buffet Morazán, La Dalia, departamento de Matagalpa, a unos 181 kilómetros de Managua. Las adolescentes se van acercando al centro para poder conocerse unas a las otras y poder recibir el taller. Son 23 jóvenes las asistentes, todas de distintas edades que oscilaban entre 12 y 19 años de edad, quienes estaban a cargo de una madre de familia que también se unió para poder recibir la charla y ser parte de las actividades impartida por las facilitadoras.

Isaura Osejo, de 35 años de edad, es la elegida como facilitadora para poder impartir la mayor parte de este taller a las niñas y adolescentes representantes de las comunidades cercanas a La Dalia. “La parte más retadora de poder impartir estos talleres es cómo acoplar una metodología de enseñanza a un grupo que tiene una gran diversidad de edades” nos comenta Isaura, ya que en los talleres se presentan desde niñas, adolescentes y mujeres, además destaca que algunas de ellas vienen de la ciudad y otras de zonas rurales, a las cuales a veces se les hace complicado poder entender que deben realizar un cambio a su estilo de vida para así poder gozar de los derechos que tienen como niñas y mujeres. 

Esta actividad se enmarca en el proyecto regional “Hacia una sociedad civil centroamericana fortalecida frente a la violencia y organizada en la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes” es ejecutado en Centroamérica y el Caribe (Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana) con fondos de la Unión Europea y de Save the Children España a través de las oficinas de la Fundación Paniamor (Costa Rica) y Save the Children (en el resto de países). Se realizó también como parte del Plan de trabajo del Movimiento El Poder de las Niñas en Nicaragua, un movimiento nacional que busca influir en la opinión y política para la protección de los derechos de las niñas, en especial las que viven o están en riesgo de violencia y embarazo.

El tema de la autoprotección también ha sido uno de los temas que les ha costado un poco comprender, de la situación de vulnerabilidad en la que algunas se encuentran y otras de las situaciones de abuso, nos comentó Isaura, “Las chavalas te indican el camino por dónde podés llevar los talleres, ellas tienen mucha información, sólo necesitan que se les brinde la confianza para que ellas se puedan expresar”, añade.

Deysi Loredo de 19 años de edad, es parte de Asociación La Amistad. Deysi estaba apoyando con las actividades a Isaura, sin embargo, desde largo se podía observar que destacaba del grupo de las jóvenes con toda la energía y actitud positiva que la representa, lo cual sirvió mucho para que las demás adolescentes presentes pudieran entrar en confianza con la facilitadora y ellas mismas, pues ya ha tenido experiencia con otros grupos y conoce un poco de cómo manejar estas situaciones.

“Para mí la parte más retadora ha sido el tema de las edades, porque a veces te enfocás más en los niños, o sólo en adultos, etc., pero al final es una mezcla de edades a las cuales tenés que brindarles información y realizar actividades adecuadas para cada edad” explicó Daysi. También comentó, que algunos de los temas con los que más problemas han tenido son sobre sexualidad y educación sexual, ya que las chavalas no cuentan con el personal adecuado ni se brindan muchos espacios de confianza para poder abordar temas como estos sin ser juzgadas. “Todas aprendemos diferente, todas tenemos distintas capacidades, sin embargo, aunque el grupo sea grande, o bien un grupo pequeño, se puede observar chavalas que manejan alguna que otra información” concluyó Daysi.

Chavalas empoderadas

Arlen Manzanares, de 19 años quién es procedente de la comunidad El Galope, fue una de las participantes que más se desenvolvió y también sobresalía en todo el taller, ya a que anteriormente ha recibido varios talleres de distintas organizaciones. “Aprendí muchas cosas el día de hoy, como el uso de las redes sociales, quiénes miran mis publicaciones, de nosotras las niñas, de cómo podemos empoderarnos y lo que necesitamos para estar felices” explica la joven.

El poder compartir entre ellas y conocer que tienen cosas en común fue una de las cosas que más le gustó de este taller a Arlen, porque todas se están informando para cambiar sus estilos de vida y poder llegar a ayudar a otras personas en especial a niñas y mujeres que necesiten de esta información. 

Arlen participa bastante de este tipo de talleres, y se puede observar muy bien en la manera que se expresa y de cómo opina de temas importantes, aportando a las actividades y principalmente para reforzar los conocimientos que ya adquirió anteriormente. “Para mí, ser empoderada significa tener seguridad de mi misma, una buena autoestima, saber que valgo, conocer mis derechos, que puedo ayudar a las demás personas gracias a los talleres que hemos recibido porque estamos preparadas para compartir.”

Arlen comentó que le gustaría que los talleres fueran más dinámicos, pero también más amplios en información, para poder estar enriquecidas en estos temas más que el tiempo se hace muy corto, también tocar temas más a fondo como el machismo, la violencia intrafamiliar y abuso de poder, porque son temas con los que tienen que lidiar a diario y aún no cuentan con las herramientas necesarias para poder defenderse.

Previniendo la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes en Nicaragua

El objetivo central del proyecto “Hacia una sociedad civil centroamericana fortalecida frente a la violencia y organizada en la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes” es “Contribuir a la mejora de la protección integral y defensa de los derechos de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes (NNAJ) y mujeres en riesgo o víctimas de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes (TPTIM) en 5 países de Centroamérica y en República Dominicana”, a través del fortalecimiento de las capacidades de las redes de OSC locales, nacionales y regionales para la prevención y atención a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y mujeres víctimas de TPTIM. El proyecto contempla tres niveles de intervención: regional, nacional y local y líneas estratégicas orientadas a la prevención, protección/atención de victimas e incidencia.