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Proyecto exitoso en Nicaragua: Manejo de Casos Comunitarios
Jueves 4 Abril 2019
Hablar del programa de salud de Save the Children en Nicaragua, es destacar la implementación de la estrategia de Manejo de Casos Comunitarios en lq niñez de 2 a 72 meses (CCM por sus siglas en inglés) y su ampliación en Manejo de Casos Comunitarios Neonatal, estrategias que fortalecen la estrategia del Ministerio de salud para la reducción de la mortalidad infantil.
Es una estrategia de entrega de servicios de salud a través de trabajadores comunitarios voluntarios de salud quienes llevan a la comunidad intervenciones simples y curativas para evitar las muertes infantiles por las enfermedades como: sepsis, afecciones neonatales, Infecciones respiratoria, Neumonía, diarrea, fiebre, malaria. Esta intervención es costo-efectiva, es decir, es barata y con un gran impacto en la reducción de la morbimortalidad infantil. Para esto, el personal comunitario es capacitado para dar tratamiento básico a las enfermedades antes mencionadas, lo que incluye la rehidratación oral y el zinc para la diarrea; antibióticos básicos para la neumonía, disentería y anti-malárico particularmente para tratar oportunamente a niñas y niños menores de cinco años, y refiriéndoles al centro de salud cuando es necesario.
La estrategia de CCM se implementa en las comunidades de difícil acceso en los municipios de los departamentos de León, Matagalpa, Jinotega, Estelí y Nueva Segovia. El objetivo esaumentar el uso de servicios curativos basados en la comunidad y que la comunidad adopte prácticas claves para reconocer y responder a los signos de peligro de infección infantil más comunes. Con el fin de que todas las niñas y niños menores de 5 años tengan acceso a atención en salud en sus propias comunidades, especialmente en las más alejadas, llegando “Hasta el último rincón” como suele denominarse este proyecto.En el marco de nuestro Centenario, y dado que Save the Children tiene presencia en Nicaragua desde hace más de treinta años, queremos destacar el apoyo que realizamos desde más de una década a nivel comunitario para mejorar la vida de niñas y niños en desventaja.
Más de una década asegurando la supervivencia de la niñez en Nicaragua
“Al inicio CCM era algo de Save the Children US, después se siguió promoviendo durante la unificación de los diferentes Save the Children, y ya después con el MINSA siendo normativa ministerial desde 2012” explica Carlos Jarquin, técnico especialista de campo del programa de salud de Save the Children, quien da seguimiento directo a las y los trabajadores de salud y brigadistas desde hace 11 años. “Ha sido una experiencia muy rica en lo personal y profesional” comenta, “fui aprendiendo mucho, y sigo aprendiendo, que es lo más importante”.
La estrategia de Manejo de Casos Comunitarios (CCM) es ya una estrategia institucional del Ministerio de Salud (MINSA) en Nicaragua, como explica Carlos, cuya implementación inició como pilotaje en unas pocas comunidades en 2006 con apoyo de Save the Children. Dos años más tarde, en 2008, se integró al Programa Comunitario de Salud y Nutrición conocido como PROCOSAN, y a partir de 2012 se elevó a norma ministerial junto a otras estrategias comunitarias relacionadas con salud y nutrición, demostrando la capacidad de incidencia del equipo de Save the Children en el país.
Carlos dice que a lo largo del tiempo ha habido muchos cambios para mejorar la estrategia, “hemos caminado con el MINSA, hemos estado en las consejerías, los materiales antes estaban muy cargados, hemos venido en conjunto con el MINSA trabajando en eso, para facilitar el abordaje con brigadistas y las familias, mejorando los materiales”.
“CCM es una de las prioridades que tenemos para los próximos años” explica Dixmer Rivera, Coordinador del Programa de Salud de Save the Children, quien agrega que “de acuerdo con los datos que se han recopilado y los estudios que se han realizado, observamos que ha habido una disminución del 50% de La mortalidad infantil en las poblaciones de difícil acceso, en el país que son las más afectadas por estas dos enfermedades comunes”.
Entre 2019 y 2021, Save the Children espera apoyar al Ministerio de Salud a través de los SILAIS para la implementación de la estratégica de manejo de casos comunitarios los diferentes SILAIS hasta llegar a fin de lograr cobertura a 1,200 comunidades remotas para que más niños y niñas menores de 5 años tengan acceso a atención en salud en sus comunidades de acuerdo al objetivo del Modelo de Salud Familiar y Comunitario (MOSAFC). Las formaciones a formadores o facilitadores son una de las herramientas utilizadas.
Metodologías lúdicas para llegar “Hasta el último rincón”
Un grupo de unas veinte personas está en círculo bailando al son de bachata mientras se pasan un globo de color rojo. Presenciamos una dinámica de animación tras el arduo trabajo previo de tres horas, un momento de respiro antes de dedicar la próxima hora a la última actividad de la mañana. Jogeysel Rocha Castellón, educadora comunitaria en el municipio de Waslala, en el departamento de Matagalpa, se encarga de seleccionar la música al son de la que las y los participantes bailan mientras se pasan el globo rojo como si quemara. Todas y todos se ríen a pesar de que saben que si la música se detiene deberán responder preguntas en una suerte de examen lúdico.
Estamos en un taller de Facilitadores de Manejo Comunitario de Casos (CCM) Neonatal, de niñas y niños de 0 a 59 días, en la ciudad de Estelí, en el centro norte de Nicaragua. El grupo con el que Jogeysel está trabajando forma parte de los 65 profesionales del Ministerio de Salud de 14 municipios del departamento de Matagalpa que están participando en la capacitación. Simultáneamente otros 6 de 8 municipios del departamento de Jinotega también se están formando sobre CCM en los salones de otro hotel cercano. En las próximas semanas habrá talleres similares para los departamentos de León y Nueva Segovia.
Aunque Jogeysel apenas lleva un año en su puesto de trabajo, ella es parte del equipo facilitador junto a técnicos de campo del programa de Salud de Save the Children. “Tenía 20 días de trabajo cuando me fueron a capacitar en Manejo de Casos Comunitarios Neonatal, y ahora me toca a mí facilitar el taller”. Jogeysel nos explica que el taller está enfocado en el trabajo comunitario, “para adquirir nuevos conocimientos utilizamos música, videos, danza, participación oral, y hacemos un pre-test y un post-test. Además, sirve para intercambiar con otros municipios y como terapia también, para salir de la rutina laboral que tenemos” explica sonriendo.
Las y los participantes en su mayoría profesionales de la medicina y enfermería deberán después capacitar al personal comunitario, brigadistas de salud, para que puedan dar seguimiento a la red comunitaria, “gente campesina que quiere apoyar sin ningún lucro y beneficiando a la comunidad” concluye Jogeysel.Cada comunidad con CCM tiene tres brigadistas voluntarios que trabajan de la mano, uno pesa y talla, otro clasifica y entrega el medicamento y la tercera persona da la consejería y el seguimiento domiciliar a la madre y a las niñas y niños.
“Con las dramatizaciones nos ponemos en la piel del brigadista” explica Sindy Nuñez, estudiante de auxiliar de enfermería comunitaria, y trabajadora en la comunidad de Santalí en Jinotega, haciendo referencia a una de las tareas que han desarrollado durante el taller. Ella misma confiesa que estos días han sido una nube de emociones. “Estamos con la idea de que somos enfermeros, doctores, y aquí nos vemos como brigadistas y vemos que están más empapados de lo que ocurre en las comunidades. Debemos hacer una alianza con los brigadistas, y la forma especial de hacer esa alianza es enseñándoles lo que uno sabe para que ellos compartan lo que saben, es un intercambio de ideas”.
En 2019 se ha incluido en el proyecto la zona del Alto Wangki (Río Coco) en Jinotega, zona con comunidades de difícil acceso y un elevado número de población indígena miskita. Katia Solandi Briceño es una joven miskita estudiante de enfermería, originaria de la comunidad Siksa Yari, en la que deberá realizar su servicio social a partir de mayo. “Ahora siento que puedo hacerlo, hablar con la gente con confianza, puedo preguntar a las personas cuando tienen niñas y niños enfermos. Siento que puedo capacitar yo a los brigadistas que están en mi comunidad, hay poca gente que entiende español, sólo hay miskitus, puedo traducirlo para que me entiendan bien y hablar de lo que yo estoy aprendiendo aquí y enseñar lo que yo sé” nos comparte Katia sobre sus aprendizajes.
Erick Jimenez, técnico especialista de campo del programa de salud de Save the Children, nos explica que hay 4 jóvenes más de Alto Wangki “que están internadas en Jinotega mientras estudian enfermería. Llevan meses sin ver a sus familiares y cuando regresen estarán formadas en CCM y harán un cambio en sus comunidades”.
Ninguna niña o niño muere por causas prevenibles es nuestra ambición a 2030
Karla Orozco, médica, gestora y educadora comunitaria responsable de las estrategias comunitarias en el Sistema Local de Atención Integral En Salud (SILAIS) Matagalpa, da la clave de la importancia de este proceso de aprendizaje: “si capacitamos bien a la red comunitaria, que son quienes están ahí de frente y conocen bien su población, los lugares y las personas con quienes están en contacto, identificarán el problema y será más rápida la atención que se le va a dar a ese recién nacido”.
Jogeysel Rocha comenta que en Waslala, su municipio, hay 1,157 embarazadas en este momento, “que quiere decir que van a haber 1,157 niñas y niños en lo que va del año, y tenemos que estar vigilantes con la red comunitaria, porque son de comunidades de difícil acceso y ningún bebé se nos puede morir” concluye. Como Karla nos explicaba antes, las y los brigadistas identifican la enfermedad y refieren al bebé al centro de salud, dan el medicamento oportuno y “así podemos salvar vidas. No necesitan ser médicos preparados para poder hacer esa acción que es salvar la vida de una persona” agrega.
“Es una estrategia muy bien pensada y organizada porque en algunas comunidades de difícil acceso podemos hacer como la primera trinchera, en que las y los comunitarios identifican los casos que a veces no llegan al puesto de salud y pueden darles el primer tratamiento o al menos la consejería y la orientación: lactancia materna, el cuido básico que se le debe dar al bebé, aseo personal, además del estímulo que se le debe dar para su desarrollo psicomotor” comenta Arnoldo Cardoza Tinoco, responsable de enfermería del municipio de San Ramón, facilitador de varios de los talleres sobre CCM con personal de salud, “el valor agregado de Save the Children en estos años es que CCM ya es una normativa del MINSA, antes como estrategia algunas cosas se hacían y otras no, pero como normativa debe aplicarse”. Arnoldo reflexiona sobre la importancia de las y los brigadistas, ya que “el MINSA no pasa las 24 horas del día en una comunidad, trabaja 8 horas en los puestos de salud”.
“El aporte de Save the Children es importante porque nos ha ayudado a dar cobertura a comunidades en las que por dificultades de transporte y económicas, no reciben atención médica. La población se siente muy agradecida con las y los brigadistas, con la atención que les dan” explica la doctora Karla Orozco, y reflexiona sobre cómo Save the Children podría continuar apoyando al MINSA “para reducir las brechas, apoyarnos en el material, porque tenemos limitantes en poderles dar a las y los brigadistas termómetros, cronómetros y todos los materiales, además de apoyarnos en las capacitaciones. El acompañamiento para mejorar la cobertura, el apoyarnos con la movilización, porque muchas veces las y los brigadistas deben caminar dos o tres horas para llevar a la casa del bebé enfermo” concluye.
Carlos Jarquín, técnico especialista de campo de Save the Children piensa en grande, “sería estupendo que sigamos extendiendo la experiencia. Ahora estamos en 6 departamentos de Nicaragua, en Matagalpa, Jinotega, León, Estelí, Nueva Segovia y Madriz. Para el 2030 me gustaría que CCM estuviera en toda Nicaragua, esa sería la gran meta como salud y como Save the Children, estar en todo Nicaragua. Para conseguirlo hacen falta fondos”. Ambición 2030 en estado puro.