Aplicación de instrumento QLE permite mejorar deficiencias
Un pedazo de fierro que simula una campana improvisada marca el inicio de clases a las 8:00 de la mañana en la escuela Galilea, ubicada a dos horas sobre la ribera del río Prinzapolka en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).
Las niñas y niños de primer, segundo y tercer grado que asisten a esta escuela, han llegado desde muy temprano para recibir sus clases con ganas de aprender. La maestra Bernaizi Simons, quien da primer y segundo grado, ha empezado la clase entusiasmando a sus alumnos con un canto muy popular entre los niños y niñas. Arlen Huetes de 6 años está en segundo grado, y acompaña al resto de sus compañeros a corear esta bonita y tradicional canción que dice: “buenos días, buenos días, como están, como están…estamos muy contentos, estamos muy contentos, suena la campana, suena la campana, din don dan”…etc.
Hoy es un día muy especial en la comunidad educativa de la escuela Galilea. Las niñas, niños, madres y padres de familia tendrán la oportunidad de conversar sobre la calidad de la educación en su escuela con representantes del Ministerio de Educación (MINED), así como con técnicos de la Secretaria de Educación Regional Autónoma Norte (SEAR), equipo técnico del Centro de Apoyo a Programas y Proyectos – CAPRI y de Save the Children. Esta visita representa una oportunidad para expresar lo que les gusta o no de su escuela, sus inquietudes y aspectos a mejorar a fin de garantizar un mejor aprendizaje de las niñas y niños en esta localidad.
Yumaya Sanders tiene 7 años y estudia segundo grado en la escuela Galilea. Para ella “la escuela es nuestra segunda casa y por tanto debe brindarnos protección y seguridad, así como también debe ofrecernos los conocimientos necesarios para aprender”,enfatiza.
Marleny Flores de 30 años, originaria de la comunidad Galilea, es madre de Osmany, un niño de tercer grado. Para ella es importante que su hijo reciba una educación de calidad, en un entorno seguro, protegido y con el compromiso de las y los docentes de enseñar con amor. “Yo quiero que mi niño aprenda a leer y escribir bien, que juegue sin que nadie le pegue, que se sienta seguro al venir a la escuela y que los maestros traten con cariño a los niños”, puntualiza Marleny.
Para lograr esto y fortalecer el sistema educativo en comunidades del municipio de Prinzapolka, el MINED, SEAR y CAPRI están aplicando esta mañana una herramienta de monitoreo llamada Quality of Learning Enviroments (QLE) que traducido al español significa Calidad en los Ambientes de Aprendizaje. Este instrumento permite interactuar con diferentes actores de la comunidad y del sistema educativo para conversar sobre los aspectos que se deben mejorar, el entorno escolar y dar solución a las dificultades que se estén presentando en los centros escolares.
QLE fortalece pedagogía en docentes
Las escuelas son el entorno de aprendizaje que influye en las y los estudiantes de manera académica, afectiva, social y conductual. Las experiencias escolares de calidad contribuyen a mejores resultados a largo plazo en la educación de niñas y niños. De ahí que el instrumento QLE permite a las y los asesores pedagógicos brindar recomendaciones a docentes y directores sobre las fortalezas y debilidades encontradas a fin de mejorar la educación.
Los resultados y recomendaciones recogidos en el instrumento QLE posteriormente son compartidos y devueltas a las madres, padres, docentes y estudiantes para ser puestas en práctica el próximo año. Uno de los principales objetivos de realizar esta evaluación es brindar un seguimiento a las niñas y niños para que aprendan en un ambiente seguro y de calidad para que no abandonen la escuela.
Para el profesor Manuel Wilson, asesor pedagógico del MINED y a la vez docente en Prinzapolka, “esta herramienta será de mucha utilidad para las escuelas de Prinzapolka ya que explora el aprendizaje de los alumnos desde diversas perspectivas, así como calidad en la infraestructura del centro, que existan códigos de protección a las niñas y niños en las escuelas y que los docentes cumplan con su compromiso de impartir las clases sin tener muchas ausencias, pero sobretodo nos permitirá determinar que no que se aplique castigo físico hacia la niñez en las escuelas.
QLE ofrece una visión sobre la calidad con que se están ofreciendo los servicios educativos en las aulas de clase. Así mismo ofrece la oportunidad de evaluar si se están aplicando las normas que esta herramienta contiene como es, seguridad, protección, infraestructura, ambiente en el aula, castigo físico los alumnos, entre otras.
Docentes se capacitan para mejorar calidad
Para Blanca Rosa Fuentes, coordinadora de proyecto en Prinzapolka por CAPRI, “lo que se está midiendo esta mañana con los asesores pedagógicos del MINED y del SEAR son los ambientes de aprendizajes, de manera que las niñas, niños, maestros, padres, madres, líderes nos expresen aquellos aspectos que quisieran para mejorar la calidad de la educación en su escuela”.
La aplicación del QLE permite a las y los asesores pedagógicos establecer grupos focales con madres, padres, niñas y niños, líderes comunitarios y docentes sobre qué aspectos se pueden mejorar para garantizar una educación de calidad en beneficio de la niñez. En esta ocasión se realizaron grupos focales a partir de diversas dinámicas, juegos y cantos que sirvieron para que las y los participantes expresaron sus opiniones sobre como quisieran la enseñanza en su escuela.
“Como madre puedo decir que han habido muchos avances en la forma en como las maestras educan a nuestras hijas e hijos, por ejemplo ahora las madres, maestras y alumnos saben que existe un código de protección que protege a nuestras hijas e hijos y eso era algo que hasta hace 3 años no existía en nuestra escuela”, comenta Rosa Idalia Hotson, madre de familia en la escuela Galilea.
El proyecto “Promoviendo una educación de calidad en lengua materna en el municipio de Prinzapolka”, implementado por CAPRI en coordinación con el MINED con apoyo financiero de Save the Children; está apostando a reducir los índices del empirismo docente en el municipio de Prinzapolka. De acuerdo con el MINED 122 maestros están impartiendo clases de manera empírica en 78 escuelas del municipio.
En un esfuerzo conjunto por mejorar la calidad de la educación en esta zona, MINED, CAPRI y Save the Children están capacitando a un total de 63 docentes mediante el curso de profesionalización de manera que se reduzca el empirismo en 33%; así mismo se está brindando un seguimiento constante a las y los docentes para orientarles sobre cómo enseñar a la niñez con metodologías lúdicas y atractivas con el objetivo de que las niñas y niños aprendan mejor.
“Contar con maestros graduados hace la diferencia. Esto beneficia e impacta directamente en la niñez porque mejora la calidad de aprendizaje, mejora la capacidad del maestro o maestra de relacionarse con alumnos, así como en la forma en cómo les apoya, anima y respeta, promoviendo sus capacidades afectivas y emocionales”, afirma Blanca.
Save the Children monitorea el incremento al acceso escolar de niñas y niños en las comunidades donde interviene y prioriza la calidad de la educación haciendo todo lo posible para asegurar que las niñas y niños aprendan y se desarrollen en un entorno agradable y seguro. Desde el programa de educación se promueven espacios de aprendizaje para garantizar el derecho a una educación de calidad.
Otras madres e hijos opinan
“Yo quiero que mis dos hijos gocen de seguridad en escuela y que disfruten las clases sin que nadie me les vaya a hacer nada en la escuela”. Haydee Smith, madre de familia con dos niños en la escuela Galilea.
“Yo quiero jugar futbol sin que otros niños más grandes me empujen o agredan cuando tengo mi balón”, puntualiza Alfred Willis, un alumno de segundo grado de la escuela Galilea.
“Me gusta mucho esta escuela porque tiene piso y zinc y nos protege de la lluvia e inundación cuando se crece el río”, enfatiza sonriente Marsella Thompson de tercer grado.