El Movimiento Mundial por la Infancia de Latinoamérica y el Caribe (MMI-LAC) frente a la aguda crisis financiera que afecta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH); que sin duda influirá en el importante rol que ha venido desempeñando en la promoción y defensa de los Derechos Humanos en la región expresa:
Profunda preocupación por la falta de financiamiento que en estos momentos atraviesa la CIDH, debido a que varios Estados no han vertido los fondos correspondientes a tal fin, determinando la suspensión de las audiencias previstas para el próximo período, así como la incertidumbre respecto a la renovación de contratos para el mantenimiento del personal y su normal funcionamiento.
La CIDH constituye un baluarte insoslayable en la defensa de los Derechos Humanos de las personas en nuestra región, cuando sus derechos resultan vulnerados en forma individual o colectiva y se han agotado las posibilidades del derecho interno para lograr su protección.
La CIDH ha sido además, un instrumento incuestionable para la defensa de las instituciones democráticas y los derechos individuales de las personas, cuando las mismas fueron avasalladas por los gobiernos dictatoriales de la década del 70 y principios de los 80.
Como organizaciones enfocadas en la infancia reconocemos también el importante rol desempeñado por la CIDH en relación a la promoción y protección de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes dentro de la jurisdicción de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos.
Tanto sus relatorías como los demás cargos técnicos y políticos son ejercidos por profesionales de alto prestigio, que cuentan con el aval de los Estados y un gran apoyo de la Sociedad Civil, lo cual constituye una garantía para cualquiera de las partes que acuden y se someten a su jurisdicción.
Frente al contexto de crisis política institucional que afecta la capacidad de algunos Estados de salvaguardar internamente los derechos individuales o colectivos de las personas, así como eventualmente , la propia institucionalidad democrática, es importante contar con un órgano supranacional dotado de solvencia técnica y ética que ofrezca todas las garantías del proceso y la máxima imparcialidad ante las circunstancias.
Es por ello que exhortamos a los Estados para que atiendan de forma urgente esta situación, realizando los aportes económicos que les corresponden para que la CIDH pueda contar con el presupuesto necesario para llevar adelante su función en forma digna y eficiente, para garantía de los derechos individuales y colectivos de nuestros habitantes y de las instituciones democráticas de la región.
Todas las organizaciones integrantes del Movimiento Mundial por la Infancia de América Latina y El Caribe suscribimos este manifiesto.